
Después de oír mucho hablar sobre este vino de la bodega Habla, decidimos hacernos con una botellita de la añada del 2011. Este vino extremeño, concretamente de la zona de Trujillo, esta realizado por unos bodegueros con muchas ganas e ilusión, en unas instalaciones con las ultimas tecnologías. En tierras áridas, minerales y muy poco fértiles han conseguido que broten estos viñedos y nos han hecho llegar sus vinos. Este crianza de 6 meses, es el hermano pequeño de la bodega y en el mercado lo podemos encontrar por unos 9 €. En nuestra opinión, por ese precio podemos encontrar vinos más complejos e interesantes, aunque siendo una bodega tan joven creemos que tienen mucho que decir en próximas añadas!
Al servirlo, veremos un impresionante color morado con un potente brillo, signo de su frescura y un anticipo de lo que nos llevarmos al paladar. En nariz nos llegan olores de mora, frutos rojos, pimienta e incluso cierta mineralidad, en boca, es muy goloso y fresco a la vez, muy amable y refuerza la fruta roja y las especies. Nosotros lo maridamos con una pequeña tabla de quesos, un buen acompañante para este vino.